
Hola Gustavo, muchas gracias por atendernos.
Lo cierto es que teníamos muchas
ganas de poder ver La casa muda
en el Festival de Sitges. ¿Qué
tal ha sido el recibimiento de La
casa muda en su proyección
en el Festival?
Ha sido algo bárbaro. Hubo mucha
gente que aplaudió en algunos
momentos de la proyección y sobre
todo al final. Estoy muy contento de
cómo el público ha recibido
La casa muda acá
en Sitges.
En el Festival
de cine de Sitges este año hay
programadas tres películas latinoamericanas
en su sección oficial, entre
las cuales está La casa
muda. ¿A qué
crees que es debido este boom de cine
de género en los países
de habla hispana?
Creo que Latinoamérica
se está animando cada vez más
con el cine de género. Uruguay
tiene una tradición de cine costumbrista
que invariablemente se repite una y
otra vez. Muchos no cansamos de ver
el mismo film con otro nombre y actores,
y decidimos experimentar en un género
más abierto. Creo que la apertura
también se debe a la influencia
de algunas películas europeas
como Rec, El
orfanato, Ellos,
por nombrar algunas.
¿Nos puedes
explicar un poco el por qué decidiste
rodar La casa muda
sin cortes?
Cuando el productor Gustavo Rojo me
propuso hacer una película de
horror mi primer impulso fue negarme,
porque sentía que no podía
aportar nada nuevo al género.
Pero esa idea quedó en mi cabeza
por algunas semanas, hasta que le propuse
experimentar con el lenguaje narrativo
a través del concepto "miedo
real, en tiempo real". La idea
era intentar comunicar de la forma más
realista y cruda el miedo; por eso elegí
no manipular el tiempo. Lo que sucede,
sucede. Sin truco ni elipsis temporales.
¿Cuál es tu plano secuencia
favorito de la historia del cine? ¿La
soga, Sed de mal,
Ojos de serpiente,
Las reglas del juego/El juego
de Hollywood...?
Hay unas secuencias muy interesantes
en Children of Men/Niños
del hombre de Cuarón.
¿Tienes
algún que otro proyecto entre
manos?
Tenemos un par de proyectos. Uno es
de género de horror y creemos
que puede tomar una forma muy sugestiva
e innovadora, por la forma de contarse.
Nos vamos a arriesgar una vez más
en la narrativa. No puedo adelantar
mucho, porque estamos en pleno proceso
de creación.
Como director, ¿cuál ha
sido su principal reto para conseguir
que esta historia de miedo resulte creíble?
La historia es creíble porque
se inspira en hechos reales. Lo más
difícil fue coreografiar los
78 minutos entre actores y técnicos
sin perder el clima necesario para contagiar
sensaciones. Una de las cosas que nos
prometimos fue que la técnica
no sobresalga ante la historia, sino
que sea un vehículo para poder
transmitir y provocar emociones. La
casa muda está narrativamente
contada de una forma simple para el
espectador, pero técnicamente
es muy compleja.
¿Por qué decidistes contar
con actores poco conocidos en el cine
uruguayo?
Teníamos 6.000 dólares
americanos de presupuesto y cuatro días
de rodaje. Fue un proyecto minúsculo
y nos parecía honesto estrenar
caras nuevas que pudieran acoplarse
a este esquema de producción
y arriesgarse con nosotros en la experimentación.
La casa muda es un ejercicio entre amigos
que nunca tuvo mayores pretensiones
(aunque debo confesar que siempre fantaseamos
en poder participar en el Festival de
Sitges). Esta película nos regaló
mucho más de los que todos esperábamos.
El cine de terror no goza de una amplia
tradición en Uruguay, ¿te
gustaría que a raiz de
La casa muda algunos directores
se atrevieran con este género?
Ojalá este film pueda inspirar
a otros realizadores, pero en Uruguay
es un género bastante golpeado
y subestimado. Bajo los ojos de la crítica
nacional los mayores aplausos los recogen
las películas que hablan de nuestra
idiosincrasia, casi siempre bajo un
panorama gris y silencioso. Cada uno
elige su camino y su forma de contar,
pero Uruguay hace diez años que
repite un lenguaje obvio y aburrido.
Ya no veo una búsqueda creativa
sino una clonación de fórmulas.

¿Qué importancia tiene
la fotografía de Pedro Luque
en el film?
Mucho, mucho. La verdad que no imagino
La casa muda sin él. No solo
creó ambientes increíbles
sino que manipuló la cámara
narrando con su pulso segundo a segundo
a través del lente. Es un fotógrafo
genial y un gran amigo. Esta película
es solo una pequeña muestra de
todo su talento.
Supongo que el esfuerzo de planificación
del film tiene que haber sido gigantesco...
Hicimos un storyboard minuto
a minuto, junto al equipo de fotografía
y realización. Fueron muchos
ensayos de cámara y actuación.
En la previa siempre supimos que nos
íbamos a encontrar con grandes
desafíos y tratamos de prever
cada detalle de logística; pero
cuando nos enfrentamos al rodaje los
problemas se duplicaron y nacieron nuevas
dificultades que sortear. La verdad
que hubo muchas lágrimas en esos
días de filmación, aunque
por suerte ahora todos reímos
y vemos a la distancia ese rodaje como
una experiencia increíble.
¿Te propusiste rodar un film
de entretenimiento puro o el espectador
debe leer entre lineas?
Teníamos dos metas: entretener
y asustar. Creo que logramos ambas,
en distintas escalas y para distintos
públicos. Obviamente que la película
no es solo un cúmulo de sobresaltos,
sino que toca diferentes temas como
la comunicación entre las brechas
generacionales y las distintas dependencias
que algunas relaciones pueden lograr.
En una primera lectura parece una historia
muy simple, pero en una segunda mirada
se descubren nuevos detalles que iluminan
otra historia más compleja.
¿Cómo fue la elección
de Florencia Colucci como protagonista
del film?
Fue a través de un casting muy
exhaustivo. Ella tiene una capacidad
de trabajo y concentración enormes.
Su fisonomía tiene una dualidad
interesante y una sensibilidad y fuerza
necesaria para poder subir a sus hombros
toda la trama del film. Creo que hizo
un gran trabajo, así como los
demás actores que participaron
en la película.

¿Hay alguna posibilidad de que
podamos ver La casa muda estrenada en
España en salas comerciales?
La casa muda ya se
vendió a más de 16 países;
la mitad son europeos. No tengo dudas
que España se va a sumar a esa
lista. Todos estamos esperando Sitges
para ver la reacción y los comentarios
de la gente.
¿Cómo ha sido que este
año no se ha podido ver La
casa muda en el Festival Montevideo
Fantástico 2010?
Pues ha sido una pena, porque las personas
que organizan el Festival son amigos
míos. La cuestión es que
nuestra productora tiene una estrategia
de proyectar la película sólo
en unos pocos festivales, para después
poder venderla mejor. Ha sido una lástima
que no se haya podido ver en Montevideo.
¿Realizar una película
de terror puede servir de terapia para
afrontar los propios miedos?
Creo que sí. En esta película
hay varios de mis miedos. Muchos de
ellos son tan básicos y naturales
como un simple ruido en la soledad de
tu casa. Otros son más complejos
y algunos simplemente están en
nuestra imaginación, en la tensión
de algo familiar, cotidiano, que le
puede suceder a cualquiera de nosotros.