Arte7
estuvo presente en este evento donde
participaron materiales de varios
países (Argentina, Brasil, Colombia,
España, Estados Unidos y Francia),
entre estos Amor brujo (de
la que muy en breve hablaremos y
que vendrá con sorpresita), de nuestro
compatriota Ricardo "Plenilunio"
Islas.
El primero
se había realizado, con gran éxito,
en diciembre de 2000 en el Microcine
de la Facultad de Ciencias Sociales
de la U. B. A., mientras que el
segundo en la sala A-B del Centro
Cultural General San Martín, en
diciembre de 2001. El fin de este
festival, según los programadores
Pablo Sapere y Gabriel Schipani,
es "brindar un espacio a los
jóvenes realizadores que incursionan
en un género que generalmente es
relegado en la gran mayoría de los
encuentros cinematográficos. La
idea es convertir a Buenos Aires
Rojo Sangre en un referente para
todos los aficionados al género
fantástico. Otro de los objetivos
- prosiguen - es lograr una continuidad
en la programación cinematográfica
nacional, llamando la atención sobre
estos géneros a productores y distribuidores
locales e internacionales."
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MATERIAL
AL ROJO VIVO
Para
destacar hay cosas que van desde trailers
y animaciones hasta cortos muy llamativos
y largometrajes sumamente interesantes.
La apertura del festival la hizo la lucha
entre el bien y el mal (AntiCristo incluido)
de Amor brujo y, cerrando el primer
día, la espectacular (en todo sentido y
con referencias al gore de la trilogía
zómbica de George Romero y el humor negro
de Sam "Evil Dead" Raimi) Plaga zombie:
Zona mutante (Pablo Parés y Hernán Sáez,
2002), secuela de Plaga zombie (mismos
realizadores, 1997).
El sábado
30 la programación se inició con un montonazo
de cortometrajes argentinos, incluido El
increíble ataque en bicicleta del Monstruo
Biónico de Seis Brazos, de Mariano Cattaneo
e Ygnacio Cervio, y Carne (Federico
Sandoval, 2002), un impactante documental-ensayo,
sin eufemismos, acerca del trabajo de funebreros,
diseccionadores y demás. El cierre quedó
en manos de Attack of the Killer Hog
(Agustín Cavalieri y Marcos Meroni, 2002;
quienes tardaron cinco años en terminarla),
un largometraje con asombrosos efectos especiales
y donde no faltó (aunque ustedes no lo crean)
la 486 ni la Pentium I, a la hora de narrar
la historia del bicho del título, sus asesinatos
y una curiosa disputa entre humanos y extraterrestres.
Respecto a los cortos cabe acotar dos títulos
que llamaron mucho la atención: Plata
segura (ejercicio animado sobre niño
pobre y humilde que quiere ser estrella
de fútbol) y Bar Imperial de Gabriel
Grieco, sobre tanguero racista que es llevado
al lugar del discriminado.
A
CHARLAR UN RATO
Para saber
más de algunos entretelones del evento,
Arte7 realizó una entrevista a uno
de los programadores del festival y alma
matter de QuintaDimension.com,
Pablo Sapere (28):
Plaga
Zombie: Zona mutante |
Amor
brujo |
Attack
of the Killer Hog |
"Buenos Aires Rojo Sangre" puede sonar como
algo medio sensacionalista para la gente,
digamos, normal. Sin embargo esa no es la
idea del evento, ya que apunta a difundir
un género que, como se sabe, es bastante
subvalorado y que tiene sus cosas para decir...
Mirá,
el "Buenos Aires Rojo Sangre" es una apuesta
al cine fantástico, una apuesta a la imaginación.
Para los que buscan sensacionalismo, el
consejo es que prendan la TV y busquen un
noticiero, un reality show o cualquier
programa de Canal 9.
¿Cómo evaluás la respuesta del público en
este evento?
En relación
a la cantidad de público, la respuesta me
pareció muy buena. Duplicamos la cantidad
de espectadores del año pasado. Esto se
notó especialmente el sábado. ¡Para el estreno
de Attack of the Killer Hog habían
600 personas! Creemos que en total pasaron,
a lo largo de ambas jornadas, unos 1.500
espectadores. Nada mal para un festival
con recursos tan limitados. Lo que fue excepcional,
también, fue la respuesta de ese público,
que en algunos casos se bancó la programación
completa (¡como 6 horas seguidas!), que
aplaudió con fuerza lo que le gustó y que
soportó con mucho respeto los problemas
técnicos que tuvimos.

¿Y la de los medios de comunicación?
La respuesta
de los medios también mejoró con respecto
al año pasado. Esto se hace evidente, por
ejemplo, sumando la cantidad de centímetros
obtenidos en la prensa escrita, que duplica
la cantidad que conseguimos el año pasado.
Igualmente hay medios que decididamente
nos ignoran, como por ejemplo el Clarín,
el diario más vendido de la Argentina.
La información indudablemente la tenían,
ya que fue llevada personalmente por mí
a la redacción. Además el periodista que
la recibió fue posteriormente contactado
por teléfono y por e-mail.¿Por qué, entonces,
la noticia no fue publicada? No lo
sé... tal vez por que no le interesó
a ese periodista, tal vez por una decisión
del jefe de sección. Como sea, el hecho
de no aparecer en el medio paradigma del
cine mainstream, no deja de tener
un valor simbólico. La noticia también salió
en algunos lados que nos sorprendieron,
como en el Diario Popular, que no
se caracteriza por un perfil cinéfilo, y
en el InfoBAE, un diario del grupo
de Radio 10, Canal 9, etc.; es decir, de
un perfil que va directo hacia lo conservador,
con una ligera curva hacia la derecha. Son
cosas raras, pero que realmente nos vienen
bien. Por supuesto que el mayor apoyo llegó
de los medios mas independientes, como el
diario Página/12 que sacó un artículo
a página completa del festival y como ya
lo había hecho el año pasado. Gran parte
de la movida que pudimos hacer fue gracias
a Internet, a través de todas las webs especializadas
que nos dieron una mano.
¿Se lograron los objetivos que más o menos
querían?
Absolutamente.
Nuestro principal objetivo era que el festival
creciera con respecto al año anterior. Y
conseguimos hacerlo, tanto en público como,
fundamentalmente, en calidad de la
programación.
¿Pensás que el papel de los organismos estatales
argentinos, para con las distintas
ediciones de "Buenos Aires Rojo Sangre",
ha colmado tus expectativas?
El apoyo que tuvimos fue mínimo, pero útil.
El Centro Cultural San Martín nos dio una
de sus salas gratuitamente, el Museo del
Cine nos apoyó con ciertos trámites, y el
Instituto de Cine nos exceptuó del pago
de un impuesto. Son cosas pequeñas, pero
necesarias para la realización del festival.
Ciertamente no vendría mal más ayuda, sobre
todo apoyo con la difusión o la cobertura
de ciertos gastos mínimos, llámese pago
de impuestos como el Argentores, impresión
de programas, que salieron de nuestros bolsillos.
Tengo entendido que en el Festival
de Cine Independiente de Buenos Aires no
han aceptado materiales de corte fantástico,
como Plaga zombie: Zona mutante.
¿Qué pensás al respecto?
Tristemente,
eso es cierto. Los actuales funcionarios
que están a cargo del festival, principalmente
el staff de la revista El Amante,
liderados por Quintín, no demuestran interés
por este género. Una película como Plaga
zombie: Zona mutante tiene nivel como
para ese festival, al menos en una de sus
secciones paralelas. Lo que da bronca es
que se utilicen recursos del estado para
hacer un festival tan elitista, pensado
sólo en satisfacer los gustos de los
propios programadores, y desconociendo qué
es lo que quiere ver el público. Y pensar
que el Gobierno de la Ciudad otorgó medio
millón de pesos para la última edición.
Con las anteriores autoridades del festival
hubo ciclos bizarros terriblemente exitosos,
recuerdo especialmente uno sobre Ze do Caixao
en la primera edición. Lo que está pasando
ahora, sin embargo, es que se está ignorando
olímpicamente a muchos realizadores argentinos
que se están metiendo en el género.
Bar
Imperial |
Plaga
Zombie: Zona mutante |
Attack
of the Killer Hog |
Ya veo...
Otra cosa... ¿hay pocos alumnos de escuelas
de cine argentinas realizando trabajos vinculados
al género fantástico, especialmente al
terror? Pregunto esto porque en Uruguay
prácticamente no existen.
No son pocos.
Hay muchos estudiantes que se vuelcan al
cine de género. Ciertamente son una minoría,
frente a una gran línea de pensamiento,
que va desde las escuelas de cine hasta
el festival de cine (in)dependiente, que
dice que lo único que merece llamarse cine
es el "cine de autor" y que cine
de género es algo decididamente menor. Por
suerte muchos chicos zafan de eso. La mayoría
de los que presentaron material en "Buenos
Aires Rojo Sangre 2002" son estudiantes
o graduados de las diversas escuelas de
cine que hay por aquí.
Hmmm... En fin. Dejémosla por ahí. A propósito...
¿cómo ha recibido el público argentino el
primer episodio de Amor brujo, del
uruguayo Ricardo Islas?
Lamentablemente
el comienzo del festival, y en realidad
siguió así hasta el final, fue un poco accidentado
para nosotros, porque palmó el proyector
minutos antes de arrancar la proyección.
Finalmente arrancó un rato mas tarde y hubo
que hacer cambios en la programación y resolver
otros quilombos. En definitiva, no pude
dedicarme realmente a recoger las impresiones
del público sobre los diversos films; mi
grabador durmió en el bolso durante todo
el festival. Sólo hablé con aquellos que
se iban acercando a la mesa de la organización
y en general la respuesta fue bastante positiva.
Me han consultado sobre si la serie fue
dada en algún canal en Estados Unidos, me
han hablado bien de los FX, especialmente
de una decapitación que aparece al principio,
e incluso vino uno con cara de cebado preguntado
cuando dábamos el resto de Amor Brujo.
En síntesis, creo que todos quedaron con
ganas de verla completa. Esperemos que algún
canal de cable reaccione y se decida a ponerla.
Ojalá, y que también llegue a Uruguay, por
supuesto. Islas es un realizador muy respetado
allá y que incluso tiene sus seguidores.
Ahora... ¿qué me decís de Carne,
el documental que entrevista a personas
que trabajan con cadáveres?
Al contrario
de lo que pensamos, no hubo fugas masivas
de la sala y nadie se descompuso. Alguno
se nos acercó y nos dijo "ché, que
buenos efectos". Sólo empezó a
empalidecer cuando le dijimos que allí no
había ningún efecto especial.
Por lo que veo las ediciones han ido teniendo
cada vez más éxito. ¿Piensan hacer una cuarta
edición de "Buenos Aires Rojo Sangre" para el año
que viene?
Por supuesto.
Ya estuvimos hablando con Gabriel Schipani,
el director del festival, y ciertamente
el objetivo es seguir creciendo. Desde ya
vamos a tratar de tener más jornadas, porque
tuvimos que dejar muchísimo material afuera.
También vamos a tratar de ajustar otras
cosas, que en base a la experiencia vamos
aprendiendo a hacer mejor. Y por supuesto
tenemos pensadas algunas sorpresas, que
recién podremos revelar cuando la cosa empiece
a concretarse.
¿Cómo te sentís organizando un evento cuyo
único motor es tu pasión por el cine fantástico
y que, lamentablemente, no te deja el dinero
necesario?
No sólo
no deja dinero, sino que perdemos plata.
Y ciertamente dada la situación actual de
este país, eso nos duele. Duele, además,
que el principal gasto haya sido el pago
de un impuesto a Argentores, el sindicato
de guionistas. ¡Pagar impuestos en un festival
con entrada gratuita! Igualmente el objetivo
del festival no pasa por lo económico, aunque
uno de los propósitos para el año que viene
es que se autofinancie. De todas maneras,
nos parece muy importante hacer esto,
porque no hay nada similar en esta ciudad y
porque es la única oportunidad que hay de
sentarse en una sala y ver horas y horas
de cine fantástico. En definitiva, lo hacemos
porque esto nos apasiona. Y nos encanta
poder compartir esta pasión con otros aficionados. |